IBIZA | FERNANDO DE LAMA Agustín ´El Casta´ contesta al teléfono con la voz cascada: «Estoy acatarrado, pero prometo que cuando llegue a Ibiza estaré bien. Anoche trabajé. El espectáculo debe continuar». El cómico mallorquín actúa hoy a las 22 horas y mañana a las 20 en el Palacio de Congresos de Santa Eulària con su espectáculo ´El Padrino 2010´, el especial de fin de año que siempre ha hecho en Mallorca y que este año trae por primera vez a Ibiza con sus habituales personajes.
—¿Qué van a ver los espectadores que acudan a su espectáculo este fin de semana?
—Un resumen de mi producción. Lleva un número de Lorenzo Llamas sobre la crisis, un monólogo de Casta, un número de Benemérito Civil de la Guardia, que es un homenaje con un audiovisual a la Guardia Civil por el atentado de este verano en Mallorca, y la sorpresa es una conversación telefónica muy suculenta de El Padrino con Jaume Matas.
—¿Y qué le cuenta Matas?
—No lo vamos a desvelar, pero estoy muy contento con el resultado. El Padrino me sirve para hacer balance de la actualidad.
—Tal como está la actualidad política en Balears los humoristas tienen un filón.
—No nos queda más remedio que acordarnos de los políticos. Yo hago humor de lo cotidiano y ellos han conseguido que lo cotidiano sea hablar de la corrupción. De todas formas no todo el espectáculo va sobre política o sobre la actualidad. Está relacionado con la gente y particularmente con la gente de Balears.
—Supongo que la crisis también tendrá un papel importante...
—El espectáculo que tengo ahora mismo en Mallorca, en el Café de la Gamba y en los teatros, se llama ´Al mal tiempo buena cara´ y está dedicado por completo a la crisis, espero que cuando lo lleve a Ibiza ya se esté pasando (risas). Pero lo que no está en crisis es el humor. La gente se refugia en el humor para huir de las malas noticias. Mi espectáculo está siempre lleno, no hemos notado para nada la crisis, y otros compañeros de la Península me comentan lo mismo. El humor es el mejor refugio contra la crisis.
—Además de en el teatro últimamente le hemos visto mucho en televisión...
—Tengo un proyecto para un nuevo programa en IB3 el año que viene y espero que se materialice, pero no quiero hacer mucha televisión porque no es mi medio, intentaré adaptar la televisión al escenario y no el escenario a la televisión, porque donde alcanzo verdadera velocidad es frente al público. Quiero llevar a la tele al Casta esencial.
—La televisión quema a los humoristas...
—A los que están todo el día en ella sí, y hay ejemplos muy claros, por eso quiero hacer televisión a cuentagotas y no inundarla con mi imagen. Al fin y al cabo lo que yo deseo es que la gente venga a verme al teatro.
—¿Se ve un precursor del fenómeno de los monólogos que está tan de moda?
—Yo hice monólogos antes que nadie en España. Siempre decía que seguía el modelo anglosajón y no es exactamente así. Los monologuistas de ahora sí que lo hacen. Yo hago más bien monólogos interpretados a través de mis personajes y termino chorreando por el esfuerzo que me supone. No es sólo decir un texto con más o menos gracia. Entre los monologuistas los hay con mucha gracia y otros con ninguna, porque hay una saturación. Los hace todo el mundo, hasta Paquirrín...
—¿Dónde nacen los personajes de El Casta?
—En la calle. Todos podemos reconocernos en ellos y son fáciles de entender. De ahí viene el éxito, de que el público se reconoce y reconoce lo que está pasando en el escenario.
—En Ibiza y Formentera la gente se debe reconocer bien, porque público no le falta.
—La gente responde muy bien y me gusta traer este año a Ibiza el especial de Navidad que antes giraba sólo por Mallorca, porque es en el que pongo toda la carne en el asador. Mantener la magnífica relación que tengo con la gente de Ibiza y Formentera me satisface mucho. Estoy muy agradecido y muy contento de que este matrimonio vaya tan bien.
—¿Qué van a ver los espectadores que acudan a su espectáculo este fin de semana?
—Un resumen de mi producción. Lleva un número de Lorenzo Llamas sobre la crisis, un monólogo de Casta, un número de Benemérito Civil de la Guardia, que es un homenaje con un audiovisual a la Guardia Civil por el atentado de este verano en Mallorca, y la sorpresa es una conversación telefónica muy suculenta de El Padrino con Jaume Matas.
—¿Y qué le cuenta Matas?
—No lo vamos a desvelar, pero estoy muy contento con el resultado. El Padrino me sirve para hacer balance de la actualidad.
—Tal como está la actualidad política en Balears los humoristas tienen un filón.
—No nos queda más remedio que acordarnos de los políticos. Yo hago humor de lo cotidiano y ellos han conseguido que lo cotidiano sea hablar de la corrupción. De todas formas no todo el espectáculo va sobre política o sobre la actualidad. Está relacionado con la gente y particularmente con la gente de Balears.
—Supongo que la crisis también tendrá un papel importante...
—El espectáculo que tengo ahora mismo en Mallorca, en el Café de la Gamba y en los teatros, se llama ´Al mal tiempo buena cara´ y está dedicado por completo a la crisis, espero que cuando lo lleve a Ibiza ya se esté pasando (risas). Pero lo que no está en crisis es el humor. La gente se refugia en el humor para huir de las malas noticias. Mi espectáculo está siempre lleno, no hemos notado para nada la crisis, y otros compañeros de la Península me comentan lo mismo. El humor es el mejor refugio contra la crisis.
—Además de en el teatro últimamente le hemos visto mucho en televisión...
—Tengo un proyecto para un nuevo programa en IB3 el año que viene y espero que se materialice, pero no quiero hacer mucha televisión porque no es mi medio, intentaré adaptar la televisión al escenario y no el escenario a la televisión, porque donde alcanzo verdadera velocidad es frente al público. Quiero llevar a la tele al Casta esencial.
—La televisión quema a los humoristas...
—A los que están todo el día en ella sí, y hay ejemplos muy claros, por eso quiero hacer televisión a cuentagotas y no inundarla con mi imagen. Al fin y al cabo lo que yo deseo es que la gente venga a verme al teatro.
—¿Se ve un precursor del fenómeno de los monólogos que está tan de moda?
—Yo hice monólogos antes que nadie en España. Siempre decía que seguía el modelo anglosajón y no es exactamente así. Los monologuistas de ahora sí que lo hacen. Yo hago más bien monólogos interpretados a través de mis personajes y termino chorreando por el esfuerzo que me supone. No es sólo decir un texto con más o menos gracia. Entre los monologuistas los hay con mucha gracia y otros con ninguna, porque hay una saturación. Los hace todo el mundo, hasta Paquirrín...
—¿Dónde nacen los personajes de El Casta?
—En la calle. Todos podemos reconocernos en ellos y son fáciles de entender. De ahí viene el éxito, de que el público se reconoce y reconoce lo que está pasando en el escenario.
—En Ibiza y Formentera la gente se debe reconocer bien, porque público no le falta.
—La gente responde muy bien y me gusta traer este año a Ibiza el especial de Navidad que antes giraba sólo por Mallorca, porque es en el que pongo toda la carne en el asador. Mantener la magnífica relación que tengo con la gente de Ibiza y Formentera me satisface mucho. Estoy muy agradecido y muy contento de que este matrimonio vaya tan bien.